Adrian Newey desvela sus triquiñuelas para espiar a Ferrari

La Fórmula Uno es la categoría máxima del automovilismo, con los coches más rápidos y la mejor tecnología. Los mejores equipos cuentan habitualmente con el mejor personal y el mayor presupuesto, lo que les permite desarrollar sus ideas y estar en la vanguardia. De hecho no solo conocemos a los pilotos a día de hoy también se valora y se conoce a los mejores ingenieros y son prestigiosos y reconocidos como por ejemplo Adrian Newey, director técnico de Red Bull, y quizás el ingeniero y diseñador más famoso y reconocido por sus éxitos. Pero no solo se trata de ideas y desarrollo, también existe y ayuda el espionaje y para ello la audacia.

Todos recordamos episodios negros y castigados de espionaje en la Fórmula Uno, pero no hablamos ahora de eso, se trata simplemente de algo mucho menos dramático y quizás más audaz. Es común ver a los pilotos que miran el coche de los rivales, es común también ver especialmente en los test que los equipos tapan cuanto pueden sus monoplazas de la vista de los curiosos y entre ellos de los rivales. Pero, ¿quién no quiere ver e interpretar los secretos mejor guardados del rival?. Pues bien Adrian Newey también quiere ver los secretos de los rivales y en especial sobre Ferrari, según ha reconocido en su libro, entre sus tácticas serias de trabajo también sabe usar triquiñuelas.

Newey sabe perfectamente que, su aparición tras la carrera en el tiempo en que se pueden inspeccionar los monoplazas para ver que cumplan las regulaciones antes de queden en el parque cerrado, al ser quien es, va a levantar suspicacias y va a ser observado a la vez que se le impedirá la visión del monoplaza todo lo posible. Pero Newey tiene un truco, mientras se dirige abiertamente a una zona del monoplaza, que no le interese mucho, sabe que llama la atención y el personal estará pendiente de él y girarán a su alrededor, envía a un fotógrafo a capturar en imagen lo que realmente le interesaba. Ético no parece demasiado, pero sin duda parece un truco efectivo…

Adrian Newey explicó cómo hace para poder observar los monoplazas rivales y un buen momento es el final de las carreras, usando el tiempo de parque cerrado para ello, según es citado por Nextgen-Auto:  “Al final de una carrera, los coches pueden inspeccionarse para asegurar que su configuración cumpla con las regulaciones. Una vez que se completan estos controles, hay una hora de parque cerrado durante la cual los monoplazas están en un área segura. Si un equipo rival desea protestar durante esta hora, puede hacerlo”.

Pero Newey también explica una de sus técnicas para observar o poder tener imágenes de los coches que le interesan en este caso Ferrari: “Ingenieros como yo estamos aprovechando esta oportunidad para observar otros coches. Los mecánicos, cuando ven a un ingeniero acercándose con grandes responsabilidades de otro equipo, como yo, se agrupan alrededor de su monoplaza y tratan de bloquear mi campo de visión. Ferrari en particular, es una verdadera colmena cuando me acerco a ellos. Por lo tanto, lo que estoy haciendo es caminar hacia una parte del automóvil que no me interesa demasiado, y como resultado, los mecánicos vienen hacia mí, como abejas a una colmena, mientras que uno de nuestros fotógrafos toma al mismo tiempo rápidamente algunas fotos de lo que realmente quiero ver. ¡Ferrari nunca ha desenmascarado a este fotógrafo!”.

Para el director técnico de Red Bull este sutil espionaje, es como un juego y repite que tras las carreras es el momento de ver un coche que le interese: “Es un poco juego. Si realmente quiero ver un coche, solo tengo que esperar hasta el final de una carrera, cuando los coches están en el parque cerrado, donde nadie puede tocarlos durante una hora. Con frecuencia, los coches están estacionados delante de tu nariz, con todos los mecánicos ocupados guardando las cosas en los camiones, y así puedes mirar los coches a voluntad. Como dije, es cuando los equipos pueden emitir una protesta si hay algo sobre el coche que no les gusta”.